28 de febrero de 2011

Pavone fue el héroe en Avellaneda

River le ganó 1-0 a Independiente en Avellaneda, se trepó a la punta del campeonato y dio otro paso importante para desterrar definitivamente el fantasma del descenso. Mariano Pavone convirtió el único gol del partido para los de Núñez, que hicieron más méritos que un timorato Independiente que ya empieza a mirar con preocupación la tabla de promedios.



Por Ian Sosa
Ian.bastardososa@hotmail.com

El objetivo primario con el que empezó River este campeonato fue el de alejarse de la promoción y, en función de la necesidad imperiosa de sumar puntos, Juan José López, a quienes muchos tildaron de defensivo, armó un equipo sólido atrás, pragmático y que aprovecha las pinceladas de Erik Lamela o Manuel Lanzini y las corajeadas de Mariano Pavone. Justamente, el ex delantero de Estudiantes fue el que hoy abrió un clásico, clave en la lucha por la permanencia, que tenía destino de cero y activó la ilusión de sus hinchas al poner a River junto a Olimpo en lo más alto de este incipiente Clausura 2011.


En un encuentro bastante discreto, ninguno de los dos quiso arriesgar más de la cuenta y, así, el espectáculo no fue de lo mejor. En ese marco, River, con poco, superó a un Independiente que nuevamente decepcionó a su gente. Desfachatado y encarador, Lamela volvió a ser la manija del equipo de López y se entendió bien con Lanzini para acompañar a un Pavone que luchó contra toda la defensa local.

En tanto, Juan Manuel Díaz justificó su condición de titular y jugó un buen primer tiempo, ganándole permanentemente el duelo a Nicolás Cabrera. Por la izquierda, el uruguayo se proyectó con criterio y participó en las dos acciones más peligrosas de su equipo en esa etapa. Uno de sus centros le cayó a Pavone e Hilario Navarro contuvo el derechazo del atacante. Más tarde, recibió luego de una linda combinación con varios toques y asistió a Ferrari, quien mandó la pelota al fondo de la red, pero no pudo festejar porque el juez de línea cobró una posición adelantada inexistente.

Lo de Independiente fue muy flojo, Matías De Federico apareció poco y nada, apenas intentó con un tiro desde afuera del área que se fue desvíado. Por su parte, Andrés Silvera no contó con la frialdad que lo caracteriza a la hora de definir y despilfarró un mano a mano frente a Chichizola. Patricio Rodríguez se sumió en la intrascendencia, no se calzó nunca el traje de conductor, no rompió líneas ni abrió la defensa con algún pase a los puntas.

De todos modos, los de Mohamed tuvieron la apertura del marcador en el arranque del complemento, pero Cabrera no resolvió bien ante Chichizola.

El segundo tiempo fue más atractivo y ambos tuvieron chances, pero River continuó ejerciendo supremacía en la cancha y, luego de varios intentos, encontró la alegría cuando el cero a cero parecía inevitable. Pavone aprovechó un lateral, se le filtró en el área a Matheu y se llevó la pelota ante Navarro para tocar con comodidad hacia el arco vacío. Floja reacción la del arquero correntino, que salió sin la suficiente firmeza para detener el ataque y así cometió su único error en el partido, el que le costó los tres puntos a su equipo.

Puntero con siete puntos junto a Olimpo, River además es el único conjunto que no recibió goles y le sacó diez puntos de ventaja a Huracán, que aún debe su partido de la tercera jornada, en la tabla acumulada del descenso. La antítesis es Independiente, que arrastra doce partidos sin sumar de a tres en la competición local y se empieza a comprometer seriamente en la puja por permanecer en Primera.

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