13 de marzo de 2011

Silva volvió a ser un tanque y se acabó la racha de River

Vélez quebró la valla y el invicto de River y se llevó un gran triunfo del Monumental gracias a los dos goles de Santiago Silva, el primero con complicidad de Leandro Chichizola. Tras el empate transitorio de Mariano Pavone de penal, fue 2-1 para encaminar la recuperación de los de Ricardo Gareca y ponerse en carrera de cara a la pelea por el título.

                      Silva y la particular celebracion de su primer gol en el torneo

Por Ian Sosa
Ian.bastardososa@hotmail.com

Cuatro jornadas sin recibir goles y apenas un puñado de conquistas propias habían ilusionado a la gente de River, aunque apenas había mostrado solvencia defensiva. disciplina táctica, actitud para luchar los partidos y poco más. El pragmático River de Jota Jota, aquel que clausuraba su arco y aprovechaba al máximo la explosión de Erik Lamela y la guapeza de Mariano Pavone, volvió a mostrar sus dificultades del medio para adelante y, esta vez, sucumbió ante el oportunismo de un goleador. Santiago Silva estuvo más atento que nadie para cobrarle el error a Chichizola y después apareció en el lugar indicado para empujar la pelota y poner a Vélez nuevamente de pie.


Los de Liniers no arrancaron de la mejor manera este Clausura, poco se parecieron al equipo subcampeón de algunas semanas atrás, pero la victoria ante Boca el último domingo y el éxito de esta noche frente a uno de los invictos sirven para escalar posiciones y paliar un nuevo sinsabor en la Copa Libertadores. No fue una gran producción del equipo de Gareca, pero logró lo que a River tanto le cuesta: goles.

Pavone arrancó enchufado y en el arranque parecía que el local iba a dejar atrás su pálida performance ante Argentinos, porque el ex delantero de Estudiantes tuvo la primera y casi pone a su equipo arriba. Con potencia, se llevó al arrastre a un defensor, la cruzó al palo más lejano y se le fue por poco. Lamela también contó con su chance, pero a su tiro le faltó dirección y sólo fue un susto.

                                   Pavone, un luchador, volvio a convertir

Sin embargo, en eso se quedó el conjunto de López. Su centrodelantero forcejeando contra toda la defensa rival, aguantando todo lo que le tiraban y, como de costumbre, demasiado sólo porque Lamela se iluminó de a ratos. Así, River merodeaba el área pero sin la contundencia ni la profundidad necesaria. Encima, la joya de la cantera millonaria desperdició una oportunidad inmejorable y la mandó por encima del horizontal luego de que Pavone se la colocara en la cabeza en una precisa maniobra.

Inconexo entre sus líneas y sin poder capturar la pelota, Vélez tampoco lograba concretar sus buenas intenciones y el encuentro era bastante discreto hasta que a Silva le cayó un regalo del cielo y, con alma de pescador, enseguida le quitó el envoltorio. Algo apurado y con poca fortuna, a Chichizola le rebotó en la zurda cuando se disponía a reventar con la derecha y, tras una grosera pifia, el balón quedó en los pies del uruguayo, que la empujó a la red en lo que significó su bautismo en el campeonato y el primer tanto que sufre el joven arquero en Primera División.

Circunstancia difícil para el local, que, por primera vez, se veía abajo y debía remontar el resultado. No obstante, en el amanecer del complemento Manuel Lanzini ensayó una gambeta endiablada, se metió en el área y Emiliano Papa no pudo evitar derribarlo. La pelota para un lado, Barovero para el otro y festejo para Pavone, merecido por las ganas, por el ímpetu que emplea para no rendirse frente a su soledad.

El resultado mutó, pero no la tónica del pleito. La fricción, los roces y la batalla en el mediocampo se hicieron protagonistas y ninguno de los dos tuvo claridad para acercarse a las áreas. De todos modos, ambos técnicos apostaron por ganar el partido con las entradas de Diego Buonanotte y Leandro Caruso en River y de Juan Manuel Martínez en Vélez.

                        Silva, enloquecido tras marcar su primer doblete en el año

El partido se hizo dinámico y de ida y vuelta, aunque fue el elenco de Liniers el que predominó levemente, porque controló y manejó mejor la pelota a partir de un buen trabajo de Ricardo Alvarez. Desde los pies del volante, nació la jugada que desembocó en el tanto definitorio. Después de dejar a varios rivales en el camino, ingresó en el área y apenas pudo puntearla ante Chichizola, que lo atoró bien. El rebote recayó en Ramírez que remató con zurda y, tras un desvío, Silva la impactó en el área chica para llenarse la boca de gol.

El local reaccionó y tuvo la última en la cabeza de Pavone, pero el frentazo del atacante fue débil y a las manos de Barovero. Así, se fue el tiempo y el elenco de Juan José López se fue derrotado por primera vez en el Clausura 2011.

Sin demostrar aún la credencial de subcampeón ni de alcanzar el nivel del cierre del Apertura, Vélez ganó bien porque golpeó a River en los momentos justos y contó con todo el olfato de un delantero de jerarquía como Santiago Silva. Su víctima deberá trabajar bastante para subsanar la anemia que padece en la faz ofensiva, porque si quiebran su solidez defensiva lo pueden herir demasiado.

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