El escocés Andy Murray, cuarto en el escalafón mundial, dio cuenta del suizo Roger Federer en la final del Masters 1000 de Shanghai y, con una aplastante victoria por 6-3 y 6-2, se adjudicó su segundo título del año.
Por Matías Orciuol maty7_4@hotmail.com
En un encuentro donde prevalecieron los errores del suizo, Murray aprovechó a la perfección las oportunidades que le otorgó su rival para adueñarse de un nuevo torneo en lo que va de su carrera y, así, llegar de la mejor manera al último Masters 1000 de la temporada, en París, y por último al ATP World Tour Finals, en Londres.
El británico se quedó con el saque del helvético en cuatro ocasiones y, además, supo levantar las seis chances de ruptura que tuvo su adversario a lo largo del partido. Asimismo, se mostró más firme con su saque, ya que conectó un total de seis aces contra apenas tres de Federer.
De esta manera, el número cuatro del ranking mundial completó una excelente actuación en el certamen, donde no cedió ni un set y sorteó a la perfección las distintas dificultades que se le presentaron en su camino a la corona.
La victoria de hoy fue la octava del tenista nacido en Dunblane (Escocia) ante el suizo en trece encuentros disputados, por lo que continúa al frente en el historial, aunque éste fue el cotejo más desigual que se dio entre estos jugadores, principalmente, a causa de la gran cantidad de errores que cometió el helvético.
Además, Murray obtuvo su segunda corona de la temporada debido a que esta consagración se suma a la lograda en el Masters 1000 de Canadá, donde también venció a Federer en la misma instancia.
Por su parte, el campeón del Abierto de Australia ascenderá nuevamente al segundo escalón de la clasificación por haber alcanzado la final de la competencia, pero no pudo lograr su 18va copa en torneos de este nivel, así como tampoco, llegar al 64to título de su exitosa carrera, lo que le hubiera permitido igualar a Pete Sampras como el cuarto máximo ganador de todos los tiempos.
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