Argentina obtuvo el quinto puesto al derrotar a España por un ajustado 86 a 81. El máximo anotador del equipo nacional fue Carlos Delfino con 27 puntos y también hubo buenos aportes de Luis Scola (22) y Pablo Prigioni (17). Con este resultado, los dirigidos por Sergio Hernández cortaron una racha negativa ante la selección ibérica, a la que no le podían ganar desde 1994.
Por Joaquín Díaz joaquin_1992_28@hotmail.com
Después de la consagración de ayer de Las Leonas en el Mundial de Hockey, el pueblo argentino esperaba completar un buen fin de semana en el plano deportivo con otra alegría. Para conseguirla, el seleccionado de básquet debía conseguir un triunfo ante España, nada mas ni nada menos que el último campeón del mundo, para terminar con la frente bien alta su participación en Turquía. Y los dirigidos por Sergio Hernández ganaron merecidamente por lo hecho durante el partido, especialmente en el primer tiempo, aunque en el final se terminó sufriendo cuando ya todo parecía liquidado.
Otra vez, como durante todo el torneo, Carlos Delfino y Luis Scola fueron los motores de esta selección. El escolta fue el máximo goleador argentino con 27 puntos, mientras que el ala pivot anotó 22 y también bajó 11 rebotes. El otro destacado en el equipo vencedor fue el base Pablo Prigioni, quien no sólo aportó 17 unidades sino que también contribuyó a la ofensiva con 7 asistencias. Por el lado del conjunto español sobresalieron Rudy Fernández (31 puntos y 8 rebotes) y Marc Gasol (16 dianas y 10 tableros).
El partido comenzó favorable al equipo argentino, que con la buena producción de Delfino en el primer cuarto (8 puntos con 2-3 en triples) logró adelantarse rápidamente en el marcador. Apoyado en una sólida defensa y en la mala puntería del seleccionado europeo (0-6 desde el perímetro), Argentina terminó el primer cuarto arriba por 7, 23 a 16.
El desarrollo del encuentro no cambió en el segundo parcial. España seguía sin encontrar el tiro de larga distancia (recién encestó el primero en su noveno intento, a los 16 minutos de juego) y, para empeorar las cosas, Ricky Rubio y Juan Carlos Navarro, dos de sus estrellas, tuvieron un partido para el olvido (entre los dos sumaron sólo 5 puntos). Por el contrario, el combinado nacional tuvo una gran efectividad en sus lanzamientos de tres (7-10) y también dominaba en el juego interior, con una sobresaliente actuación de Scola y de Fabricio Oberto. De esta forma, los equipos se fueron al descanso con el marcador 49 a 32 favorable al conjunto sudamericano.
En el comienzo del tercer período Argentina siguió imponiendo su ritmo de juego y luego de dos triples de Delfino llegó a sacar hasta 22 puntos de diferencia. Sin embargo, en los últimos cinco minutos se despertó el seleccionado ibérico y demostró porque es considerado el mejor equipo de Europa y uno de los mejores del mundo. El DT Sergio Scariolo decidió apelar al banco para reemplazar a Rubio y a Navarro y los relevos respondieron. Con los aportes del base Sergio Llul y de Fernando San Emeterio (7 y 4 puntos en el cuarto, respectivamente), sumados al excelente desempeño de la figura del partido, Rudy Fernández (11), España remontó el partido y llegó a ponerse a sólo un punto luego de un parcial de 26 a 2. Finalmente, el tercer capítulo culminó con una diferencia de tres unidades a favor del conjunto de Sergio Hernández (65 a 62).
El segmento final del juego fue puro vértigo. El combinado español salió a buscar el triunfo ante los intentos argentinos de conservar la ventaja. Scola volvió a ponerse el equipo al hombro en el momento caliente (9 puntos en este parcial) pero los europeos no daban tregua. A falta de 2 minutos para el final, España alcanzó la paridad en el resultado después de haber estado abajo durante todo el partido. Sin embargo, un doble de Scola y un triple de Pablo Prigioni a 15 segundos del final le dieron a la selección nacional una ventaja de 4 puntos que resultó ser irremontable para su rival.
Con esta victoria, Argentina culminó su participación en este Mundial en quinto lugar. Seguramente no era lo que se había ido a buscar, pero considerando las bajas que tuvo el equipo (Ginóbili, Nocioni y Cantero) más la ausencia de Oberto en algunos encuentros, el resultado final es más que respetable. No sólo hubo un gran rendimiento colectivo, sino que se destacaron algunas individualidades, como Scola, Prigioni (que finalizaron primeros en las tablas de puntos y de asistencias, respectivamente) y el Lancha Delfino.
En otro partido disputado esta jornada, Lituania derrotó a Serbia por 99 a 88 y se quedó con la medalla de bronce. La gran labor del ala pivot Linas Kleiza, quien anotó 33 puntos, le permitió a los lituanos dominar el partido desde la zona pintada. Con este resultado, la selección lituana coronó una gran participación en Turquía, donde cosechó ocho victorias y una derrota, frente a Estados Unidos en las semifinales.
El encuentro fue parejo sólo durante el primer cuarto, que finalizó 23 a 22 para el conjunto báltico. A partir de ese momento, las acciones fueron todas favorables a Lituania, que ya había sacado una ventaja de 10 en el descanso.
El segundo tiempo mostró más de lo mismo: un juego interno imparable para los serbios. Ni siquiera su estrella, Nenad Krstic, podía detener los movimientos lituanos en la llave. No sólo eso, sino que el juego perímetral también resultó ser un problema. Cuatro de los cinco titulares y un suplente, el ala pivot Paulius Jankunas, anotaron más de 10 puntos. Por el lado de Serbia, su goleador fue Novica Velickovic con 18 unidades.
En el último período, el combinado balcánico logró acercarse en el marcador, pero Lituania controló el partido y terminó ganando por una diferencia de 11 tantos.
Esta es la primer medalla que obtiene un seleccionado lituano en un Mundial, donde hasta este momento no había tenido grandes actuaciones. Por el contrario, en los Juegos Olímpicos sí tuvo excelentes rendimientos, ya que participó en cinco obteniendo tres medallas de bronce (1992, 1996 y 2000) y dos veces finalizó en cuarto lugar.
En otro partido disputado esta jornada, Lituania derrotó a Serbia por 99 a 88 y se quedó con la medalla de bronce. La gran labor del ala pivot Linas Kleiza, quien anotó 33 puntos, le permitió a los lituanos dominar el partido desde la zona pintada. Con este resultado, la selección lituana coronó una gran participación en Turquía, donde cosechó ocho victorias y una derrota, frente a Estados Unidos en las semifinales.
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